Un error común a toda/os la/os futura/os empresaria/os es que se inventan proyectos que necesitan miles sino millones para empezar.

Un restaurante necesita local, acomodación del mismo, sillas, mesas. ¿Verdad? Unas confecciones necesitan maquinas, telas, hilos. ¿Verdad? El proyecto solidario necesita muchos insumos para arrancar. ¿Verdad?

Pues, NO. Si realmente queremos empezar, empezamos desde lo que tenemos, desde lo que fácilmente podemos conseguir GRATIS donde familiares, amiga/os y la gente que nos quiere. Una máquina que una tía tiene archivada en un rincón de su casa, 4 sillas y 1 mesa prestada a un/a amiga/o….realmente no se necesita mayor cosa para arrancar. Lo importante es que pongamos a prueba nuestra idea y concretemos nuestra proyecto.

Esta postura tiene varios beneficios.

  1. No nos endeudamos. Si nuestra idea no funciona, no debemos nada a nadie. Regresamos las cosas a sus dueños con un “gracias” y listo.
  2. No tenemos que esperar indefinidamente calentando la idea de nuestra vida durante meses y años antes de ponerla en práctica. ¿Será que nuestro anhelo de dinero para empezar esconde el hecho que tengamos miedo de no ser capaces? ¿Será que nuestra idea y proyecto sea la manera para nosotra/os de conseguir el dinero que nos hace falta para las vacaciones, comprarnos una moto, festejar los 15 de la hija….?
  3. Demostrarnos a nosotra/os misma/os que SI podemos es la mejor manera de valorarnos como persona frente a nuestra/os amiga/os, a nuestros papas, a nuestro novio, a nuestra/os hija/os.
  4. Arrancar sin nada, aún cuando fracasamos, nos permite adquirir experiencia. La próxima vez lo haremos mejor…. Hasta que acertamos con EL negocio que siempre hemos soñado.

Entonces, ¿Qué esperamos para empezar?